Sé que ésta no es la solución a ninguno de los problemas reales, afortunadamente, muy pocos de ellos lo son.
Últimamente he descubierto que en cualquier momento existe la posibilidad de mirar al cielo e imaginar lo diminuto que es nuestro mundo y, por un momento, lo grande que nos hace poder imaginarlo. La inmensidad y la eternidad son los conceptos más abrumadores que ha construido el hombre y son, a la vez, evidencia de lo grande que es nuestra voluntad creativa y lo diminuta que es nuestra consciencia.
Mirar al cielo e intentar concebir que toda la historia humana ha sucedido sobre una diminuta roca mojada flotando alrededor de una pequeña bola de fuego me tranquiliza de sobremanera. me hace insignificante en el curso de este lugar tan grande en el que estamos metidos; Ser testigo de la alegría y la tristeza que se puede vivir sobre la pequeña roca mojada, me deja inquieto: Si algo tan pequeño nos ha hecho cantar y llorar, ¿Que sería de nosotros si de verdad supiéramos qué es lo que está sucediendo?
Por el año nuevo, para que nos abra un poco los ojos.